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Por favor, escríbeme

Tengo la sensación de que está pasando algo... pero no sé qué...  Es como que tengo la sensación de que tienes cosas mucho mejores que hacer. Y entiendo que estás enfermo y toda la pesca, pero te has pasado una semana entera sin preguntar por cómo estaba yo o me había ido el día (no que me preocupe que preguntes por mi madre, pero hasta ayer tampoco).  Y he tenido la sensación, que cada vez que te contaba algo mínimo (cosa que he evitado, porque luego me dices que estoy molestando), te estaba molestando. Como que todo lo que te decía perturbaba tu ser y te daba igual.  Y me he preocupado cada día por ti, pero he tenido que ir todo el rato detrás para saber. Sí, algún día autónomamente has dicho alguna cosa, pero el resto del día, otra vez tenía que ser yo quién preguntaba.  Que sí, que puedo pensar que tú has dicho en algún momento cosas bonitas. Sí, y claro que las tengo en cuenta. Pero el otro día te lo contaba, a veces hay una balanza. Y si después de decirme eso, hago algún comenta

¿Derrotada?

 Me siento muy insegura, me siento un segundo plato y me siento muy fuera de onda. Me siento agobiada y triste, muy pero que muy triste. Es como un agujero negro, se lo traga todo y cada vez se hace más grande. Y empieza a consumirme.  El estrés y las dudas empiezan a limitarme y cada día puedo un poco menos porque necesito más.  No sé ni qué escribir para desahogarme, solo sé que duele, y que no hay manera de arreglarlo. Me siento furiosa y frustrada. Y dolida. Siento que hago esfuerzos que luego no se corresponden, que no se aprecian y que, evidentemente, al revés nunca van a llegar.  Sé que seguramente mi cabeza me juega más malas pasadas de las que yo creo, pero también sé que en mis "imaginaciones" hay parte de verdad. Y cuando intento sacar una balanza, y poner las cosas en perspectiva, siento que yo siempre peso menos.  De verdad, que estoy haciendo el esfuerzo de ver cuándo mi lado ha pesado más, y la verdad es que no puedo verlo. Si alguna vez ha resultado que mi pla

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  [23:27, 15/8/2021] 🌻 :  Quiero que hablemos esto cara a cara, pero ahora mismo esto me está comiendo por dentro y necesito sacarlo...    No acabo de entender qué ha pasado hoy. Osea, sí. Lo entiendo perfectamente. Pero... joer. He pasado el día esperando que dijeras algo, y no lo has hecho. Hasta que no he dicho yo algo a última hora, no se te ha ocurrido contármelo... Y telita, porque, echa por tierra lo anterior. Que me la suda, pero el problema está en que no lo dijiste... y eso, duele. Porque resulta que todo cambia.    Y sabes qué es lo peor? que soy ilusa, ingenua y gilipollas. Por pensar en ti 567 veces más de las que pienso en mi. Si es que soy gilipollas. Y no es que no quiera aprender, que yo ya lo sé, pero es que es parte de mi, de cómo soy, de mis valores. No quiero cambiarlo.    Y joder... No creo que fuera tan difícil decirlo, o mostrar un interés... antes o después... pero no, para qué. Como siempre es cosa mía, ¿no? Ahora siento como un agujero en el pecho y me sient

Tsunami a una llamada

Estamos a una llamada de saber que ha habido un tsunami que lo ha arrasado todo a su paso. Porque sabemos que el tsunami está por llegar, pero no podemos prepararnos para él. Llegará y destruirá todo lo que encuentre. Las predicciones son claras y podemos estimar en cierta manera los daños que causará. Pero no sabemos con exactitud cuándo. Y la presión en el pecho que se siente esperando a esa llamada no deja que te concentres. No te deja pensar con claridad, no te deja imaginarte el futuro, porque no puedes imaginar el terreno asolado por un tsunami.  No estoy preparada para esto. 

2. ¿Cómo funcionan las relaciones? - Estar mal

En mi cabeza siempre había imaginado que en las parejas cuando hay uno que está mal, el otro le apoya y busca cualquier manera de ayudarle, la que sea, solo por verle bien. Que además, cuando ya llevas un tiempo con ella, vas conociendo qué necesita y sabes qué puedes darle para que esté mejor.  Pues parece que las cosas no son así. Que cuánto más te necesita, más te distancias. Y que cuánto más sabes lo que necesita, más le das lo contrario. Qué curioso.  Al menos ya he aprendido la lección del día (en el día que hacemos dos años, qué de puta madre) .
Tengo tantas cosas en la cabeza, tanta tensión en los hombros y tantas lágrimas que no pueden salir (literal, en mi casa no hay sitio para llorar a solas ya) que no sé ni qué ni cómo escribir aquí. Tengo muchas cosas que decir pero me faltan palabras. Me duelen tantas cosas...  No quiero ni en entrar en valorar si cada uno de esos problemas tienen solución o no. Hoy me duelen como si fueran irreversibles.  (me prometí a mi misma publicar cualquier cosa que escribiera y esto está mal e inacabado buuuut....)

Balanza moral: apagando incendios

El ser humano es extraordinario es curioso: buscamos la manera de culpabilizar al resto para sentirnos libres.  Y en eso estamos. Su balanza moral se inclina hacia la opción más egoísta. Mirando por él, por lo que él cree que es mejor, aunque en realidad es simplemente para quedar mejor ante la gente.  Y duele. Porque decide pensar solo en él, como si los demás no tuviéramos ni voz ni voto, ni opiniones, ni fuéramos parte de este lugar. Es incapaz de pensar en lo que nos podría trastornar a nosotras, lo que nos supondría. Porque él, ya está feliz así y quedará como el gran salvador y el mejor.  Mientras, nosotras apechugaremos con los fuegos que dejará a su paso. Independientemente de que tengamos otros incendios en los que trabajar, de repente tenemos que apagar más fuegos ¡Y pobres de nosotras como digamos que tenemos fuegos que apagar!  Así que cuando nosotras hablamos de nuestros fuegos, nos acusa de no querer apagar los suyos. Despojándose de esta manera, de su culpa por no lidia